El Fin Del Mundo - Capitulo 4

Capitulo 4:

El grupo de militares llego a su objetivo, el supermercado donde se preparaban para lo peor, pero al llegar no había nadie, ni nada,  había muchos zombis tirados en el piso y todo era muy silencioso, sus caras parecían muy descartadas ¿Dónde estaban los susodichos?, buscaron por todo el sitio, pero nada. Sin más remedio todos se retiraron al previo refugio. Las puertas del refugio se abrieron de par en par, entrando 3 chicos y cierta pequeña niña con ellos.

— ¿Quiénes son ustedes? —Dijo uno de ellos — ¿Dónde está el resto de mi pelotón? — Prosiguió reclamando
—Fueron a buscar a nuestros amigos en el supermercado –dijo Mica.
— ¿Supermercado? —Dijo otro de ellos —estuvimos ahí, rescatamos a esta chiquilla, soy el cabo Joaquín.
— ¡Aquí Base a Halcón Negro!  ¡Respondan! — Interrumpió su radio portátil — ¡¿Dónde Están?! — Continúo preguntando
— En el refugio. — Respondió el jefe — Vengan de inmediato, nos iremos de este lugar de camino a Oregon. —

Paso el tiempo, llego el resto del equipo, y luego de 5 minutos más se escuchó un llamado a la puerta del refugio.
—Abran la puerta — Grito alguien afuera del refugio —Sabemos que hay alguien adentro.
— Capitán Abraham, ¿Abrimos? — pregunto Enrique esperando las ordenes de su jefe quien asintió con la cabeza.

En ese momento Entro Edmundo, Fabián y Edward por la puerta apresurados.

—Ayúdenos, Perdimos a nuestras a…. — Comenzó a hablar Edmundo que de inmediato Se detuvo al ver a todas las chicas ahí.

Susan salto a los brazos de Fabián casi llorando al momento de verlo, Mica, Katherine y Alexandra abrazaron a Edmundo y Denise le dio un pequeño beso a Edward en la comisura de los labios, los militares veían esa escena ¿Sonriendo?
— ¡Qué bonito, la familia se reúne! — Dijo Abraham desbordando sarcasmo — Ahora tenemos que irnos. — Se levantó de su lugar y se dirigió al frente
— ¿A dónde? —pregunto Edmundo.
— Nos dirigimos a Oregón —  Respondió  Joaquín — es un lugar seguro. — Puntualizo
— ¡Sí! Hemos escuchado esa transmisión — Intervino Susan sin soltar a Fabián — ¿Podemos ir con ustedes? — Pregunto continuamente
—Ya que —  dijo Abraham sin opción alguna.

De pronto, gruñidos incontables se acercaron seguidas de empujones a la puerta de la bodega donde estaban escondidos el grupo, la puerta se abrió de par en par dejando entrar a cientos de zombis corriendo y aventando zarpazos al aire para saciar su hambre, haciendo que todo el grupo corriera a la puerta trasera de la bodega, Susan y Alexandra quienes encabezaban la huida abrían paso rápidamente entre el resto de basura y corrían guiando el grupo mientras que Alan y Abraham estaban de últimos eliminando a aquellos que lograban acercarse mucho y tirando obstáculos para impedirles el paso, ya que eran muchos, los zombis se amontonaban dando paso a otros zombis quienes lograron morderle una pierna a Alan poco antes de llegar a la puerta trasera.

- ¡Huyan! – Gritaba Alan mientras dos mordiscos mas llegaban a su pierna y muslo – Ahh!! Un buen soldado nunca mira atrás – cuando Abraham se acercó para ayudarlo, Alan con las fuerzas que le quedaba cerró la puerta trasera, haciendo que sea imposible la entrada por fuera.

Todo el grupo afligido por la muerte del miembro, se dirigió al pequeño estacionamiento, donde se dividieron en un par de grupos para viajar en un auto cada uno; Edmundo escogió una bonita camioneta roja donde irían, Katherine, Mica y Alexandra con él, mientras que de lo Contrario, los Militares escogieron 2 autos porque eran muchos; Fabián y Edward decidieron compartir un auto junto con sus parejas, y así partieron rumbo a Oregón.

()()()()()()()()()()())()2 HORAS DESPUÉS()()()()()()()()()()()

La Luna se asomaba en el resplandor del sol, ya estaba anocheciendo, y el crepúsculo se hacía presente.
Todo se exhibía tranquilo hasta que de repente, el neumático del auto que conducía Edward reventó haciendo que todo el grupo se detuviera, y al no encontrar solución aparente, decidieron pasar la noche ahí.

Montaron el “campamento” inmediatamente, los militares se encargaron de montar un perímetro para estar seguros, mientras el resto  encendía una gran fogata. Se sentaron alrededor de aquel fuego tratando de entrar el calor, el frio era muy intenso, cada quien comía con su familia , la niña que rescataron los militares se hacía llamar Celeste y estaba al cuidado de Denise, comiendo como si tuviera solo 10 segundos.

— ¿Y tus padres? —pregunto Denise delicadamente, Celeste agacho la cabeza y de sus ojos se deslizaron 2 lagrimas, Denise se percató de esto y miro a Edward que se quedó como expectante de la escena.

Por otro lado, Fabian y Susan intentaban comer tranquilamente mientras  tenían una conversación no muy tranquila.

— ¡Por favor no te vuelvas a ir así! — Regaño Susan frunciendo el ceño levemente  —me tenías muy preocupada —Prosiguió mientras tomaba la mano de Fabián.
— Yo también me asuste cuando no te vi en el edificio — Fue la respuesta de Fabián apretando su mano — no volverá a pasar, lo prometo. — finalizo haciendo que  Susan sonriera, siguieron comiendo. Aquella chica volteo al alba y sin querer fijo su vista en a Abraham, El jefe del escuadrón, quien le guiño el ojo y ella solo volvió a sonreír ruborizándose levemente.

El frío arrasaba nuevamente, y cada vez más intenso en aquel grupo junto al bosque. Al ver eso. Aquel líder del escuadrón ordeno que volvieran a las camionetas para pasar la noche a salvo y poco a poco fueron entrando a sus autos para descansar, los últimos en entrar al auto fueron Edmundo y Alexandra que sostenían una charla que fue un poco larga.
Era media noche y Susan aún estaba despierta sin poder conciliar el sueño, miraba a todos lados, daba vueltas en el auto y no podía dormir, miraba constantemente a Fabián y él estaba sumido en su sueño, así que sin más remedio, Susan salió del auto y caminó un poco hacia la carretera.

— ¿No puedes dormir? —Se escuchó una voz masculina acercándose a ella — ¿Incomoda? — Prosiguió llamando la atención de la chica.
— Si, mucho — Respondió  Susan, la incomodidad del momento se apodero de Abraham mientras que Susan solo seguía mirando el cielo, Abraham saco un arma de su funda y la ofreció a Susan.
—Creo que te servirá más que a mí— rompió el hielo entre ambos
—Oh no, yo no sé usar eso —respondió ella negándola.
— ¿No Sabes? — Abraham negó con la cabeza —Por lo visto tu noviecito si la usa bien…. Pero bueno, te mostrare— le dijo acercándose a ella — Es muy fácil, solo apuntas — Abraham la rodeo con los brazos quedando a sus espaldas pegando su pecho cerca de sus hombros apoyando el arma en las manos de ella acariciándolas con sus dedos  — y disparas. — Finalizado sin separase de ella.

Susan se volteo al sentirlo tan pegado a su cuerpo quedando cara a cara con Abraham, ella se sonrojo fácilmente y el nerviosismo se hizo presente, el jefe solo sonrió, pero de pronto Susan fijo su mirada atrás de Abraham y miro con horror.

— ¿Sucede Algo? — interrogo Fabián  extrañado, la chica señalo con el dedo a sus espaldas, volteo y vio a Fabián que lo tenía del hombro.
—Amm, no — susurro Susan y se acercó a Fabián alejándolo de Abraham  —nada.
—  ¡Hey! Socio, no te molestes— Provocó Abraham tomando el brazo de la chica arrebatándosela de los brazos. Susan se sorprendió demasiado por aquella acción, El jefe la tomó del cuello de inmediato pegándola a su pecho haciendo que ella quedara inmóvil causando el enojo de Fabián.
— Suéltala de inmediato— Ordeno  Fabian acercando su mano a donde su arma.
— Vamos socio, compartámosla no debemos pelear por alguien así— Provoco aun mas aquel chico que poseía a aquella chica. Fabián se alteró más internamente pero trato de controlarse
—Suéltala ya— Le indico nuevamente sacando su arma
—Oh ya veo el hombre quiere jugar a los vaqueros— Continuo el jefe entre carcajadas sacando su arma mientras le apuntaba sin soltar a Susan
— ¡Déjalo ya! — Exclamo la chica tratando de zafarse  algo inquieta.
—Cálmate mujer— le respondió Abraham tapándole la boca bruscamente haciendo que ella emitiera un sonido de dolor - ¿Cómo puedes estar así por un hombre que ni siquiera puede defender lo que es suyo?- esa fue la gota que derramo el vaso e hizo que la paciencia de Fabián se acabara.
Tiro su arma de lado y corrió hacia el directo a su brazo que sostenía a Susan lo halo soltando de inmediato a la chica, lo que abrió camino para Fabián.
—Ella será mía – dijo Abraham zafándose del agarre de Fabián y  aventando un par de puñetazos hacia su rostro, pero era tal el enojo por parte de Fabián que pudo esquivarlos y devolvérselos de inmediato.

Abraham cayó al suelo nuevamente, y reconsidero un poco, se acerco rápidamente e hizo una finta de golpearlo en el rostro, cuando Fabián se protegió, Abraham lanzo dos golpes a su costado y al pecho dejándolo sin respirar, Fabián al recuperar un poco su aliento se lanzo encima de Abraham, golpeándolo sin piedad alguna, mientras que el otro solo hacia lo mismo,  Abraham acertó un golpe en la nariz de Fabián quien empezó a sangrar rápidamente.
—¡Fabián! Déjalo ya— interrumpió Susan haciendo que este de inmediato se detuviera sin soltar al tipo — Él solo me estaba enseñando lo que tú ni siquiera te molestaste en enseñarme— Dijo enojada levantando a Abraham tomándolo del brazo.
—¿Estás bien?— Interrogo apoyando su brazo en su hombro para levantarlo haciendo que Fabián se enojara aun más.
Estaba a punto de replicar hasta aquellos gritos anteriores atrajeron a una manada de zombis, El jefe actuó rápidamente y tomo de la mano a Susan jalándola a los autos alertando a todos.
—Tenemos que irnos ya ya! — pronuncio haciendo que en el auto en el que subió Abraham junto con Susan dando la señal para que lo siguieran.
—Fabián, vamos— Le grito Katherine quien estaba en la otra camioneta abriendo la puerta de esta y el chico subió de inmediato, los zombis salieron como hormigas rodeando a aquel auto donde habían tan solo 5 personas.

- ¡¡Estamos Rodeados!! – dijo Alexandra desesperándose, mientras veían la silueta del auto de Abraham alejarse.