El Fin Del Mundo - Capitulo 6

Capitulo 6:

-- ¡¡Estamos Rodeados!! – dijo Alexandra desesperándose, mientras veían la silueta del auto de Abraham alejarse.
- ¡¡Acelera!! – grito Fabian - ¡¡Los perderemos!!
- ¡No puedo! – dijo Edmundo – Estos zombis no me dejaran.
- ¡Reversa! Entonces Reversa!!

Edmundo fue hacia atrás derribando los pocos zombis que tenían y finalmente pudo salir, intento acelerar pero ya se habían amontonado nuevamente, volvió a retroceder un poco y acelero a todo pedal y rebaso a los zombis, pasándoles por al lado, a toda velocidad al auto de Abraham, por desgracia, ya era demasiado tarde, no estaban, no veían su silueta y no sabían por donde se habían ido. Estaban asustados y Fabian estada empezando a desesperarse, se detuvieron en una pequeña redoma, al poco tiempo escucharon unos pasos, Edmundo se volteo en guardia, pero eran Edward y Denise, quienes venían corriendo hacia ellos.

- ¡Somos Nosotros! – Grito Edward.
- ¿Qué? – dijo Katherine confundida - ¿Ustedes no se habían ido con los demás?.
- No – dijo Denise apoyándose de la camioneta de Edmundo – recuerden que se nos averió el auto, tuvimos que correr por el bosque para poder alcanzarlos.
- Si, - interrumpió Edward – Perdimos todas nuestras provisiones – señalo un edificio – Ire a ese lugar….. para buscar provisiones para nosotros. – Edward camino hacia el edificio, no sin antes darle un pequeño beso a Denise y susurrándole al oído “Volvere”. Mica y Alexandra decidieron caminar, sin alejarse mucho y sin llamar la atención, mientras caminaban un muchacho paso corriendo por el frente de ellas.
- ¿Quién es….? – pregunto Alexandra para ellas mismas - ¡Espera! – Alexandra corrió detrás de aquel misterioso chico.
- ¡Alexa! – Mica gruño para si misma, corriendo detrás de su hermana, ambas corrian muy rápido para seguirle la pista a aquel chico. Las chicas lo perdieron de vista cuando entro a un edificio.
- ¡Busquemos a papa! – dijo Mica.
- No!, si nos vamos, el puede huir – dijo Alexandra – entremos nosotras, las Chicas entraron al edificio, buscando en cada cuarto, Mica abrió la puerta de una habitación de la cual entro y no pudo salir, empezó a desesperarse y a golpear la puerta y pedir ayuda.

- Alexandra!! – Gritaba Mica - ¡¡ No sé cómo!! ¡¡Sácame de aquí!! – Alexandra intentaba derribar la puerta, pero solo conseguía pegarse en el hombro ella misma.
- Mica! – dijo Alexandra – Aguanta un poco, buscare ayuda.

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Cuatro fuertes disparos retumbaron el edificio donde estaba Edward, Fabian noto que ya cientos de zombis iban a donde provenía el sonido, así que alerto a todo el grupo y forzando entrar a Denise a la camioneta, huyeron del lugar, siguiendo el camino por donde fueron sus hijas.

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[Narra Alexandra]

Corrí tan rápido como pude, cuando llegue al punto de encuentro, no estaba ni mi mama, ni mi papa, tan solo vi a Edward.

- ¡¡Edward!! – Grite exhausta – ¡Necesito ayuda, Mica esta atrapada y no puedo liberarla!.
- Calma! ¿Dónde esta? – dijo el intentando tranquilizarme, pero era inútil, los nervios casi hacían que me explotara la cabeza, le hice una señal de que me siguiera y volvi al edificio donde estaba mi hermana. No escuche nada, los gritos que daba Mica, ya no los escuchaba, me dirigi a la puerta y la toque varias veces.

- ¡¿Mica!? ¡¿Mica!? – Grite con todas mis fuerzas desesperándome, Edward me tomo del hombro y me aparto. El tomo ventaja, y derribo la puerta, entramos y….Mica estaba tirada en el suelo, cerca de la pared, completamente ensangrentada y siendo devorada por un zombi, De pronto, creo que escuche un disparo, me aturdió, no escuchaba nada, solo estaba yo arrodillada frente al cadáver de mi hermana mayor, de mi mejor amiga, de mi segunda madre.

[Deja de narrar Alexandra]

En ese momento, la realidad volvió a ella, y explotó, las lagrimas se empezaron a derramar de sus ojos, ella apretaba la mano de Mica con todas su fuerzas.
- ¡Vuelve! ¡¡No me abandones!! – Gritaba Alexandra.
- ¡Alexandra! Vámonos – Edward sabia que el disparo atraería a los zombis cercanos.
- ¡¡No!! ¡¡No puedo dejarla asi!!
- ¡Tenemos que irnos! – Dijo Edward tomándola de los hombros y llevándola casi a rastras fuera de ese lugar, cuando pasaron la puerta apresurados, vieron la camioneta roja acercarse rápidamente, donde Edward y Alexandra se montaron rápidamente y huyeron de ese lugar.